4/9/08

CONTRA VIENTO Y MAREA


“Contra viento y marea”

Una vez más llegamos a septiembre, y los chilenos y chilenas nos volcamos a celebrar la fiesta de nuestra independencia nacional. 190 años de vida como república.
Nuestro Centro Cultural de Chile Pablo Neruda, nunca ha estado ajeno a esta fiesta, y en sus 16 años logró construir y acuñar un potente nombre personal: Semana Cultural de Chile.
Año a año ha organizado actos, conferencias, charlas, foros, ciclos audiovisuales, ceremonias y celebraciones, con un broche característico y simbólico: nuestras danzas y folklore, bellamente interpretado por nuestro conjunto estable: Millantú.
Pero el corazón, lo sustantivo de estos 16 años de Pablo Neruda, has sido tú, ellos, nosotros y todos ustedes, que con su trabajo, participación, y esa identidad indisoluble de “socio” han soportado contra vientos y mareas, estar unidos e indivisibles en la organización y fundamentalmente en la unidad.
Las sucesivas Juntas Directivas, representación de la voluntad de los socios, no han sido más que la expresión sensata, el instrumento representativo y organizativo de un grupo, que si no contara con cada uno de vosotros, no tendría ningún sentido.
Largos y extensos diálogos han intentado definir estos años lo que somos, de dónde venimos y hacia donde vamos. Liderazgo, objetivos, planes, programas, proyectos e ideas sin fin se han fumado en largas noches estos 16 años de vida.
¿Qué somos realmente? ¿Qué nos hace ser y definir lo que somos?.
Con humildad y respeto por todas las opiniones, me atrevo a repetir una vez más que lo grande y más hermoso de este grupo Pablo Neruda, es la riqueza de su diversidad, y de la diferencia que nace de cada uno de vosotros.
Cada tarde de sábado, cada ensayo de Millantú y aún cada herida de las diferencias internas, de las discusiones y hasta de las propias divisiones, han servido para construir este cuerpo social que es Pablo Neruda.
Sin presumirlo ha sido la organización de inmigrantes latinoamericana más antigua de Bilbao, y su nombre ya famoso –Pablo Neruda- tampoco sin buscarlo, lo ha convertido en un referente obligado de esta sociedad y sus ojos.
¿Quién en Bilbao no ha oído al menos una vez, al Centro Cultural Chileno Pablo Neruda?.
Sus Estatutos no tienen la pretensión de ser los reglamentos de una gran corporación, porque creo que hace 16 años, cuando sus fundadores pensaron en esta magnífica idea de Pablo Neruda, el objetivo, el destino y puerto natural de esta hazaña era unir y ofrecer un lugar de encuentro al puñado de chilenos que vivían aquí.
No cabe ninguna duda de que los tiempos han cambiado, de que las necesidades y objetivos han mudado por unos diferentes, pero las personas no hemos cambiado. Hombres y mujeres de Chile que vivimos o hemos llegado a Euskadi, estamos hechos de los mismos ingredientes, aún cuando lo que varía sea la dosis.
Sueños y esperanzas, miedos y alegrías, luces y sombras –como en toda obra humana y de hombres- es lo que se cierne y seguirá estando sobre nosotros día a día.
Ciertamente muchísimas cosas copan esa larga listas de tareas pendientes, de magníficas y brillantes ideas para hacer realidad, pero creo que la idea fundamental, el gran objetivo se ha conseguido y se ha mantenido: el ser capaces, contra viento y marea, estar juntos y unidos.
Lo he dicho más de una vez, el té y el pan de los sábados, esa tontería de la merienda después de los ensayos, ha sido para muchos de nosotros, la mejor terapia de integración cuando hemos llegado nuevos aquí. Esa palabra amable, ese abrazo fraterno y la alegría nos han salvado de la melancolía, la tristeza y la derrota que muchas veces hemos sentido.
Pablo Neruda no ha sido ni ha pretendido ser, un gabinete de ayuda psicológica, pero ha sido terapia de rescate para muchos. No ha contado con un departamento jurídico ni laboral, pero su experiencia aprendida y vivida, ha sido juicio certero y eficaz para muchos de nosotros.
¿Qué somos?
Invito a todos y a todas a valorar estos 16 años de Pablo Neruda, en su conjunto y en su totalidad. No miremos las particularidades. Miremos con grandeza, con corazón grande como si miráramos a Chile, que lo más hermoso de estos años ha sido y seguirá siendo, seguir unidos contra viento y marea. Quizás como nuestro querido Chile, no lograremos acabar con muchas cosas negativas, pero no es eso lo que hace más grande a nuestra Patria. Jamás los cataclismos, ni las desgracias más grandes, ni los desastres naturales han logrado acabar con nuestra solidaridad. En Pablo Neruda tampoco. En lo necesario hemos sabido estar unidos y ser generosos. Que esa grandeza, la de los grandes corazones, siga siendo nuestra fortaleza y nuestra razón de ser.

Rodrigo Matus Risco
Presidente
Centro Cultural de Chile

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Esta muy bien pero es muy largo.
Te doy la razón y te digo que ha sido espectacular, sobre todo lo de l@s fumadordores de ideas.
ATENTAMENTE:
BIHOTZA TURIENZO BILBAO (hija de vicepresidenta)jjjjxD

Yesica Araus Brignardello dijo...

Hola amigos y amigas:
estoy viendo los momontes mas horribles de toda mi vida, mi papa fallecio ayer hoy es el entirro. quiero que sepan que en todo momento les he tenido en mi mente y en mi corazon,gracias a ustedes he podido estar aqui hasta el ultimo momento. Pude tomar su mano. no tengo palabras, gracias, gracias, gracias, toda vi vida gracias por el maravilloso gesto que han tenido. Reciban un enorme y cariñoso abrazo desde nuestro pais al calor y abrigo de mi familia. besos .
Yesica Araus B.

Anónimo dijo...

Yesica: sabes que este es el gran objetivo de Pablo Neruda: "Dar Cobijo"; compañìa, escucha, consejo si es posible...
Ojalà tuvieramos poder para màs. Pero lo que hacemos es de corazòn.
Un abrazo a la distancia.
Tus amigos de Millantù y CCCPN

Anónimo dijo...

Hola Rodrigo,
Mis felicitaciones por el artículo, me emocionó muchísimo.
Coincido en todas las palabras que has escrito (que ya es raro que tú y yo coincidamos en todo).
Saludos.
Paola